Del papel a la pantalla

Una provocadora tesis, anticipada por Marshall McLuhan y Walter J. Ong 📚🎓, considera el período comprendido entre finales del Renacimiento y principios del siglo XXI, como un impasse histórico de producción cultural durante el que predominó el texto impreso y, sobre todo, el libro como tecnología predominante de acceso a la información y al conocimiento. 500 años son un periodo insignificante si se comparan con la linea temporal en la que predominó el habla y el paréntesis al que se refiere la tesis separa aquella primigenia oralidad, anterior a la imprenta, de la actual secundaria que ha traído Internet y que hace del libro tan solo una opción más entre otras muchas


Lars Ole Sauerberg, de la Universidad de Dinamarca del Sur formuló la tesis del paréntesis en The Gutenberg Parenthesis Research Forum. Alejandro Piscitelli 🎓 en su libro El paréntesis de Gutenberg. La religión digital en la era de las pantallas ubicuas (2011), califica como "algo muy extraño" el acto mismo de la lectura, en el sentido de que era algo que nadie había hecho durante centenares de miles de años. El teórico de la inteligencia artificial, Seymour Papert 🎓, al hilo de esta misma idea sostiene pronto no nos hará falta leer.

Lo cierto es que la lectura ya no es la única vía de acceso al conocimiento. Las TICs ofrecen formas distintas al libro para enseñar y para aprender. Radicalmente distintas, quizá hasta el extremo de modificar los procesos cognitivos, o capaces de sustituir modelos educativos tradicionales por alternativas tecnológicas. Por mucho que se empeñen sus devotos, el libro ha perdido la solidez del objeto y además, ha dejado de ser una autoridad en si mismo, ya no es el símbolo arrojadizo del conocimiento, de la erudición. El texto ya no es el resultado de un proceso, sino una parte interactiva del proceso acelerado de edición, autoedición, publicación instantánea y consumo, en ocasiones masivo, de usar y olvidar. La gran mayoría de los textos que circulan en la Red, no tienen respaldo físico, no son libros sólidos. Escritores, editores y libreros se han subido al tren del libro digital. ¿Para qué el papel si no es necesario?.

Internet no es una obra cerrada, con principio y final, con tapa y contratapa. Los tipos que componen sus textos son móviles en el sentido más literal del movimiento. Gutenberg puede encontrar un alojamiento en la Red pero la Red no cabe en su imprenta. Internet no solo ha complementado a la imprenta, se la ha comido... y la ha regurgitado, reconstituido. Toda la revolución que supuso el invento de Gutenberg cabe en Internet, pero Internet jamás se podría imprimir.


Referencias:

Sivera, Sílvia (2015). "El paréntesis de Gutenberg". COMeIN, n. 43. Barcelona: UOC. [En línea]:<http://www.uoc.edu/divulgacio/comein/es/numero43/articles/Article-Silvia-Sivera.html>. [Consulta: 30/03/2018].