Estudiando el acontecimiento

El espacio antropológico ha cambiado. El espacio de la cultura ha cambiado. No queda más remedio que estudiar de qué nueva manera nos socializamos al apropiarnos de las TICs con su uso colectivo. Ante todo, entendiendo que es una manera de socialización nueva pero no excluyente. Como en todos los cambios, la novedad no sustituye ningún estatu quo, sino que establece una convivencia mutua, y como mucho, es alternativa. La novedad hay que intentar entenderla aunque no se pueda definir de momento. La antropología nos ofrece una perspectiva interdisciplinar muy adecuada para un análisis preciso de un problema complejo. La cibercultura es una novedad porque en su nombre se transforman los tipos de comunicación, de relaciones, de trabajo y las formas de ser, la episteme y la filosofía. Se genera un nuevo orden, que se origina en la cultura social. Nuestra tradición, la de la modernidad, se da por sentada y condiciona todas las interpretaciones, actuaciones y practicas asociadas a las TICs, de las que se crea una falsa imagen neutral, (como lo hace con la ciencia y la tecnología), una imagen que es necesaria para la explotación de la naturaleza y está orientada a la ficción de un progreso que aumenta las capacidades humanas y beneficia a sus intereses.


Como ocurre con la mayoría de los neologismos que se refieren a las tecnologías recientes, en las lenguas contemporáneas, conceptos como el de "ciberantropología" o "antropología del ciberespacio" tienen menos presencia que importancia e interés. En el ámbito de semejante disciplina se incluyen problemas, metodologías y teorías muy diversos. En un renombrado articulo publicado en 1994 por el antropólogo Arturo Escobar 🎓, "Bienvenidos a Cyberia", se exponen algunos de los tópicos de interés de los que, ya en la primera década de expansión de las TICs, configuraban el incipiente proyecto antropológico. Desde entonces los estudiosos han elaborado etnografías y teorías acerca del trabajo de los científicos, estudios sobre las sobre tecnologías reproductivas y médicas, han tratado temas relacionados con la ética y valores, las cuestiones de género, la enseñanza, la tecnología informática y biológica, la realidad virtual, las comunidades virtuales y el llamado ciberespacio, etc. Todos ellos son temas que se pueden calificar "de moda", por atención general y creciente que suscitan. Pero su objeto es riguroso: se pretende una definición de la "antropología del ciberespacio" y el establecimiento de una metodología y unas técnicas para la práctica de la "etnografía del ciberespacio".

Escobar, (2005) 📚, plantea cuatro lineas o guias de acercamiento a la investigación antropológica sobre las TICs y la cibercultura:
1) estudiar los relatos y las prácticas que se generan alrededor y a través de las nuevas técnicas, sin olvidar el entorno de la biotecnología. La actividad humana que se pone en marcha a partir ellos: fenómenos como los entramados sociales, instituciones, valores, convecciones, etc. Como se sitúan y localizan tales dominios, las nuevas formas de construcción de la realidad, los "tecno-espacios" y de organización geográfica y económica. La asimilación de todas estas nuevas disposiciones en lo cotidiano por parte de la gente y las nuevas formas de actuar, de pensar y, por tanto de ser, que implican los avances tecnocientíficos;
2) realizar estudios etnográficos de las esas prácticas en los diferentes espacios sociales, regionales y étnicos, definir las distintas nociones de comunidad, de cuerpo, de naturaleza, de sujeto, de identidad, la forma en que se pueden transformar, por efecto de las nuevas tecnologías. Establecer los métodos antropológicos, el trabajo de campo, apropiados para este estudio; 
3) desvelar el diferente "trasfondo de comprensión, (background of understanding), desde el cual surgen las nuevas tecnologías", lo consuetudinario, nuestras vidas cotidianas, el trabajo, nuestro lenguaje, etc., todo ello puesto en relación con las TICs. Como nos sumamos o nos resistimos los humanos a las innovaciones, en cada uno de los contextos culturales y económicos, como las comprendemos desde cada perspectiva.
4) tampoco hay que olvidar la cuestión económica, las relaciones entre países ricos, centrales, y los países pobres, periféricos, (los tradicionalmente denominados Primer y Tercer Mundo), se reestructuran en base a las tecnologías, las economías locales se articulan con el capital global, los procesos de producción, la expoliación de los recursos naturales y la capitalización del medio ambiente, la "creación de valor en el contexto global" se modifica con la automatización, las máquinas inteligentes y la biotecnología. Se hace necesario para predecir el alcance de la política cultural de la tecnociencia estudiar y teorizar acerca de donde y como se sitúan los diferentes grupos de personas, las clases sociales, las minorías, los grupos étnicos, las mujeres, etc., en relación con las nuevas tecnologías.


Referencias:

Escobar, Arturo (2005). "Bienvenidos a Cyberia. Notas para una antropología de la cibercultura". Revista de Estudios Sociales n. 22, pp 15-35. Bogota: Universidad de los Andes.